Redacción, con datos de Francisco V.- Como un “riesgo latente”, califican ciudadanos la amenaza de un nuevo motín al interior del CEREDI, puesto que se supo que los internos en sus despensas no cuentan siquiera con jabón.
Ante una nueva alarma, consideran la situación como de peligro, dado que la cárcel se ubica precisamente en el edificio presidencial a donde ocurre diariamente un número considerable de ciudadanos.
Asimismo recuerdan que durante la gestión de Galván Nieto, algunos reos pudieron esfumarse, sin que se haya siquiera conocido el modo en que lograron el escape.
Quienes pidieron no se publicara su nombre, reconocieron que las autoridades no sólo tienen por responsabilidad brindar alimentos a los encarcelados, sino gestionar unas instalaciones adecuadas y un número de custodios que garanticen el orden al interior del CEREDI.
“Ya es tiempo de que se gestione de manera obligada ante las instancias estatales y federales el cambio de la cárcel distrital, en un lugar alejado de la población, donde no represente riesgos”. Dijo un custodio.
Elementos asignados al Centro de Reinserción Distrital, manifestaron que algunos internos envían víveres de la canasta básica que contienen las despensas a sus domicilios. A éstos les es devuelto el alimento preparado desde sus casas.
Se ha pronunciado, que el ayuntamiento enfrenta una carga económica que es ya prácticamente insostenible para alimentar a los reos.
En periodos, la población de procesados se incrementa.
Según cifras de la anterior administración, presidencia municipal recibe mensualmente la cantidad de 17 mil 936 pesos, aunque en el gasto de la canasta básica se invierten un poco más de 7 mil pesos a la semana, esto sin considerar el gas y otras necesidades del centro penitenciario.
En término reales, el CEREDI consume recursos económicos cercanos a los 35,000 pesos mensuales, cantidad que representa el doble de lo recibido.
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