Poco interés por el caso Cerritos
Redacción, con datos de Francisco V.- Priístas aun critican el poco apoyo recibido por parte de la dirigencia estatal del partido, así como la pasividad del Presidente local, a quien el resultado de todos modos le favorecía.
Fue en una reunión ordinaria, que se explicó que Fernando Pérez Espinoza, conocido como “El Calolo”, jamás tuvo siquiera la gentileza de acudir a este sitio para preguntar sobre el fondo del asunto político.
De acuerdo a la conducta del dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) –y ahora diputado local– los militantes se sintieron relegados por parte del Comité Directivo Estatal, pues creen que este personaje no tuvo interés en el caso político que se vivió en Cerritos.
Reconocieron que el presidente estatal de Acción Nacional, Marco Antonio Gama Basarte, vino personalmente este lugar para manifestar su apoyo ante la militancia desde que se conoció sobre la revocación del candidato.
También, los miembros importantes de Acción Nacional acudieron a dialogar ante los tribunales en defensa de su candidato, cosa que no sucedió con la dirigencia y las personalidades importantes del PRI.
Lo que sí se sabe de “El Calolo”, es que hizo presencia en una boda en La Hincada, municipio de Guadalcázar.
Rodolfo Gallegos, ahora regidor también fue criticado. Se dijo que si se convocaba a elecciones extraordinarias, podría resultar afectado, perdiendo incluso la regiduría que ya tenía asegurada.
Se creyó que al figurar el hermano de Gallegos en el Comité Estatal, se gestionarían apoyos para el CME de Cerritos, pero nada ocurrió, de hecho se indica que el pariente recomendó pasividad.
“Gallegos estuvo sólo 6 meses al frente del partido antes de dar el salto a la regiduría”, recordaron simpatizantes.
Tampoco olvidaron que el grupo creado, –donde se notaron “puros amigos”– influyó en la derrota.
“El equipo es el culpable de la derrota priísta, por el modo en que se seleccionó a los integrantes de la planilla”, se asegura.
Fue en el Salón Campestre, donde unos meses antes de la elección, se eligieron alrededor de 60 consejeros del revolucionario.
Ésos tampoco fueron tomados en cuenta para designar al candidato ni a su planilla, sino que sólo se eligió a las amistades del presidente de partido y se olvidaron de la base priísta, lo que tampoco generó compromiso hacia ese instituto, a no ser que algo se les hubiese prometido a los que manifestaron inconformidad en un inicio.
Toda vez que su dirigente se encuentra confabulado en el escándalo de casi 300 toneladas de cemento, los priístas hasta reclaman un cambio.
Al saber que al regidor también le acomodó seguir con el salario al doble que aprobó la anterior administración, a Rodolfo Gallegos, no se le ven los tamaños suficientes para convertirse en una oposición crítica del ayuntamiento panista.
EN LA IMAGEN: EL CALOLO. Y SUS «DEDAZOS».
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