Representantes utilizan la intimidación para presionar a deudores: vecinos
Fco. V. de la Cruz y equipo de redacción.- Fue debido a las “presiones del Banco Azteca” que un vecino del barrio de Guadalupe quiso suicidarse.
Los hechos que se informaron primero a través de nuestro sitio web, se registraron el miércoles 2 de mayo.
En ese barrio por poco sucede una tragedia. Por las presiones de la institución denominada “Banco Azteca” el joven agobiado por las deudas quiso colgarse de un árbol cuando momentos antes, representantes de la institución acudieron a exigirle el pago acompañados de “Agentes Judiciales.”
Ellos intimidaron a Fernando Chavira Guerrero, conocido también el “Quincho”. Por las amenazas entró en crisis nerviosa, y atentó contra su vida.
Chavira adquirió un crédito ante la institución crediticia, pero por la situación económica que prevalece se ha retrasado con los pagos.
En varias ocasiones se habían presentado los cobradores a su domicilio, en esta ocasión acudieron acompañados de quienes se dijeron agentes judiciales.
Se ignora si intentaron el embargo de algunas propiedades, lo único que se supo fue que amenazaron al joven y por eso entró en crisis nerviosa.
Los hechos ocurrieron alrededor de las cuatro de la tarde en un domicilio de la calle Alberto Carrera Torres, en el lugar conocido también como “La Loma”.
La esposa del joven se dio cuenta de las intenciones del marido y la reacción ocurrió a tiempo cuando ya se encontraba colgado de un árbol.
María Guadalupe miró a su cónyuge con un mecate atado al cuello y solicitó el apoyo de su suegra María Chavira.
Juntas lo descolgaron y pudieron llevarlo a recibir atención médica cuando éste ya había perdido el conocimiento.
El joven sufrió lesiones cervicales, que ahora lo han obligado a utilizar collarín.
Vecinos relataron a este medio de información que los funcionarios están utilizando la intimidación para presionar a los deudores, por ello solicitarán asesoría jurídica.
Otro caso
Este medio de información, también tuvo conocimiento que los cobradores de «Banco Azteca» han intimidado a una persona de apellido Jara Mireles, conocido como «Don Gato» en pleno mercado municipal.
El “deudor” dijo que efectivamente solicitó un crédito de $1,000 pesos y ahora tendría que pagar casi el doble.
En la institución crediticia le proporcionaron una tarjeta de crédito y también hizo uso de ella.
«Le puse en la madre», mencionó Don Gato.
Ahora por las circunstancias económicas no tiene la capacidad para liquidar el préstamo ni la tarjeta de crédito.
Comerciantes enterados de esa situación, manifestaron que es preciso que el banco señale cuál es la lógica con que otorga los préstamos, porque «Don Gato» es un personaje que carece de trabajo y propiedades.
Consideraron que así debe de haber otros casos y la institución en su afán de colocar préstamos no se basa en estudios socioeconómicos de los deudores.
Asimismo, de llevar a cabo alguna acción legal en contra del personaje, sería infructuosa, ya que carece de bienes. Tampoco puede ser hecho prisionero por tal deuda.
Abogados del municipio, dijeron que el problema con ese tipo de instituciones se debe de ventilar mediante un juicio civil mercantil, donde el banco intentará confiscar bienes mediante el embargo, pero todavía el deudor tiene la posibilidad de que los bienes queden bajo su custodia. El proceso jurídico debe de continuar hasta que puedan salir a remate.
Antes la institución bancaria tiene que comprobar que efectivamente las cosas embargadas pertenezcan al deudor.
Por las características de la transacción, el asunto es ajeno al área penal, desde el preciso momento en que se firma un documento. La ley especifica que un ciudadano no puede ser hecho prisionero por “deudas de carácter civil”.
Recomendaron los especialistas jurídicos, que los ciudadanos con problemas ante instituciones crediticias deben de buscar asesoría jurídica para que no se vean presionados por los cobradores.
Alertaron a los ciudadanos que antes de establecer algún convenio con instituciones crediticias deben de verificar todas las cláusulas del contrato, pero más nocivos son aquellos que proponen “abonos chiquitos” para el pago de una deuda donde el adquiriente desde el momento de firmar está contrayendo una obligación casi al doble de la suerte principal.
La verdad oculta
Banco Azteca emplea la usura en sus créditos mediante los «abonos chiquitos».
Dicho sistema ha creado muchos problemas a la gente al contraer deudas.
Si los «abonos chiquitos» alargan el crédito por dos o tres años, se generan intereses demasiado altos y el cliente termina pagando hasta tres veces más de lo que pidió como crédito.
Existen casos de cerritenses que habiendo pedido un crédito aproximado de 3 mil pesos terminaron pagando más de 5 mil, por lo que deciden dejar de dar más dinero.
«Te quitan un buen pedazo de tu salario. Si ganas 600 pesos a la semana estamos hablando de casi un 15% y la gente reduce la comida y el esparcimiento… te van estar sangrando con ese abono chiquito», dijo uno de los afectados.
Este sistema de crédito no es otra cosa que usura aprobada por la Federación, como lo son también las financieras, caso parecido a la falta de reglamentación en cuanto a las casas de empeño.
Con lo anterior lo único que se está provocando es el deterioro en la calidad de vida de las familias y el aumento de la delincuencia y la impunidad permitida por el sistema de gobierno actual en perjuicio de los ciudadanos.
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