- Grietas y sismos en poblados de Tamaulipas y San Luis Potosí
MARCO SERNA.- El 18 de julio de 2024, a las 3:32 de la madrugada, un sismo de magnitud 4.0 estremeció la región norte del estado, en las cercanías de Ciudad del Maíz. Este fenómeno telúrico tuvo su epicentro a 61 kilómetros al norte de la ciudad de San Luis Potosí, según reportó el Servicio Sismológico Nacional (SSN). El temblor, que se originó a una profundidad de 4 kilómetros, fue percibido en diversas localidades potosinas, incluyendo Cerritos, Guadalcázar, Rioverde, Ciudad Valles, El Naranjo, Tamasopo y Alaquines, así como en los municipios de El Mante, Tula, Jaumave y Ocampo, ubicados al sur del estado de Tamaulipas.
Aunque el sismo fue apenas perceptible, ha incrementado la preocupación entre los habitantes de la región debido a una serie de fenómenos geológicos que se han presentado. La zona afectada por el temblor coincide con un patrón de grietas y zanjas que han surgido desde finales de junio, extendiéndose desde Ciudad del Maíz hasta el municipio de Bustamante, sin embargo, Guadalcázar y Villa Juárez también han reportado grandes fisuras en el suelo.
El 29 de junio de 2024, una extensa grieta de más de seis kilómetros apareció en el municipio de Tula, Tamaulipas. Esta fisura, con tramos de hasta tres metros de ancho y una profundidad de cuatro metros, se formó después de las lluvias provocadas por la tormenta tropical Alberto. Las autoridades locales han iniciado estudios geofísicos para evaluar las posibles afectaciones a la infraestructura, cultivos y viviendas, además de proyectar la construcción de un puente alcantarilla en la carretera estatal 136 para prevenir accidentes.
Por otro lado, en abril de 2023, una grieta de medio kilómetro de longitud y ocho metros de profundidad fue descubierta en la comunidad de Pozas de Santa Ana, municipio de Guadalcázar, San Luis Potosí. Las autoridades de Protección Civil señalaron que la sequía prolongada en la región podría haber contribuido a la formación de esta grieta, aunque el fenómeno sigue bajo estudio. Los esfuerzos estuvieron centrados en delimitar y señalizar el área afectada para evitar riesgos mayores.
En enero de 2023, un socavón se abrió en los patios de la Escuela Primaria «Ignacio Zaragoza» en la comunidad de Guaxcamá, Villa Juárez, dejando al descubierto una red de cavernas y túneles. Este hallazgo ha despertado tanto la curiosidad como la preocupación de los lugareños, ya que no se descarta la posibilidad de que se trate de restos de actividad minera antigua, pero nadie sabía de las fisuras que se formarían en otros lados. Las autoridades establecieron un perímetro de seguridad y quedaron de monitorear el fenómeno para garantizar la seguridad de los estudiantes y del personal docente.
La sucesión de estos eventos geológicos ha generado una creciente inquietud entre los habitantes de las regiones afectadas. La posibilidad de que estas grietas y socavones estén relacionadas de alguna manera con el reciente sismo ha llevado a las autoridades a intensificar los estudios y monitoreos en la zona.
Especialistas han descartado la presencia de fallas geológicas activas, pero han enfatizado la importancia de mantener un monitoreo constante. Los escurrimientos subterráneos y la sobreexplotación de mantos acuíferos podrían ser factores que contribuyan a la inestabilidad del terreno. Además, la sequía y las intensas lluvias alternadas podrían estar exacerbando el problema.
La incertidumbre entre los pobladores se agrava con cada nuevo informe de sismos y grietas que aparecen en diferentes localidades. Según Javier Ceballos, en Derramaderos, y en la cabecera municipal de Cerritos también se han reportado nuevas fisuras, aunque de menor tamaño, lo que ha llevado a los pobladores a demandar una mayor presencia de especialistas que puedan ofrecer respuestas y soluciones a estas inquietantes manifestaciones de la tierra.
Las autoridades estatales de San Luis Potosí y Tamaulipas, junto con los expertos del Servicio Sismológico Nacional y las Coordinaciones Estatales de Protección Civil, continúan trabajando en estrecha colaboración para identificar las causas subyacentes de estos fenómenos y garantizar la seguridad de las comunidades afectadas. Mientras tanto, se hace un llamado a la población para que se mantenga alerta y reporte cualquier anomalía en los terrenos a las autoridades correspondientes.
La situación refleja la necesidad de comprender mejor la dinámica del suelo y la geología de la región, así como de establecer medidas preventivas que mitiguen el impacto de estos eventos geológicos en las comunidades vulnerables.
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