En 2015, Cerritos fue testigo de la aparición de Eric Frías en el escenario político local, un personaje que vino a presumir de cerritense, y que, a pesar de sus promesas de dedicación y mejora, dejó una huella fugaz y controvertida. Hijo del médico Armando Frías Pérez y la maestra María Elena del Carmen García Hernández, Eric Frías comenzó su carrera educativa en la escuela Marcos Vives y la secundaria Técnica No. 11 antes de trasladarse a la capital del estado en busca de oportunidades laborales y allá pasó la mayor parte de su vida. Eric Frías intentó ganarse el favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y participar en las elecciones locales de junio de ese año. Su campaña se centró en la promesa de gestión de obras y proyectos con el gobierno federal y estatal, así como con asociaciones civiles e instituciones educativas, para beneficiar a Cerritos. Sin embargo, su llegada al PRI fue vista por muchos como una imposición, lo que generó escepticismo y resistencia en la comunidad. El 15 de febrero de 2015, se llevó a cabo la elección interna del PRI. Gabriela Gloria Guzmán se impuso con 1186 votos frente a los 316 votos de Eric Frías. La elección, catalogada como civilizada por el presidente del CDM del PRI, Rodolfo Gallegos, se desarrolló sin incidentes. El resultado dejó clara la preferencia de los votantes y desinfló rápidamente el entusiasmo de Frías. El 27 de febrero de 2015, la suspensión repentina de las labores de bacheo en el camino a Mezquites, iniciadas por simpatizantes de Eric, marcó el principio del fin de su incursión política. Los trabajos, iniciados con material donado por seguidores, se detuvieron abruptamente tras su derrota. Vecinos observaron cómo Frías recogía sus pertenencias y abandonaba Cerritos, dejando incluso deudas en su casa de campaña. A pesar de sus declaraciones de amor por Cerritos y su deseo de recuperar el orgullo local, la rápida retirada tras su derrota electoral generó críticas y dudas sobre su verdadero compromiso con la comunidad. Su promesa de unir a la sociedad y trabajar en conjunto con las autoridades responsables se desvaneció, dejando una impresión negativa entre los residentes. Desde su derrota en 2015, Eric Frías no ha vuelto a aparecer públicamente en la escena política de Cerritos. Su breve incursión dejó una estela de desconfianza y escepticismo, evidenciando lo difícil que es ganar y mantener la confianza. La experiencia de Frías subraya la importancia de un compromiso genuino y sostenido con las promesas hechas a los ciudadanos, algo que lamentablemente, en su caso, quedó en el aire, así como el amor que decía tenerle a Cerritos.
Se ha conocido del acercamiento de representantes de Cementos Moctezuma con ejidatarios de San José de Turrubiartes, quienes han recibido ofrecimientos para la compra de los cerros adyacentes a Los Quiotes. Esta situación plantea una grave amenaza para el medio ambiente de Cerritos y sus alrededores. No podemos permitir el saqueo de nuestros recursos naturales y debemos oponernos a cualquier actividad tóxica y dañina que perjudique tanto al entorno como a los habitantes de nuestra comunidad. El Partido Verde, cuyo emblema es la defensa del medio ambiente, debe actuar con coherencia y firmeza. Es crucial que las autoridades locales y los representantes políticos se opongan rotundamente a estos planes destructivos. La salud y el bienestar de nuestra comunidad deben ser la prioridad absoluta. Permitir la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales no solo dañaría el paisaje y la biodiversidad, sino que también pondría en riesgo la salud de nuestros habitantes, quienes podrían sufrir las consecuencias de la contaminación y la degradación ambiental. El Partido Verde tiene ahora la oportunidad de demostrar su verdadero compromiso con la causa ambiental.
En el jardín de niños Gabriela Mistral, la comunidad educativa ha recibido el apoyo del ayuntamiento para el pago de una maestra, un esfuerzo esencial para mantener la calidad de la enseñanza. Sin embargo, en la visita de un candidato durante el Día del Niño, con el fervor de la campaña, este prometió hacerse cargo del pago del mes de junio, pero ahora, tras haber cosechado los votos y la derrota, en el jardín de niños quedaron a la expectativa. Este es un ejemplo lamentable de cómo los políticos a menudo utilizan las necesidades reales de la gente para ganar apoyo, solo en tiempos de política. La integridad y la palabra de un ser humano son fundamentales, especialmente para aquellos que aspiran a liderar y servir a su comunidad. No se puede jugar con la educación y el bienestar de los niños por simples ganancias electorales. La comunidad debe exigir que los compromisos hechos durante la campaña se mantengan después de las elecciones y no solo estén condicionados a un resultado. La educación de nuestros niños no puede ser moneda de cambio en el juego político. Los líderes verdaderos son aquellos que honran su palabra y trabajan incansablemente por el bienestar de sus comunidades, no aquellos que desaparecen una vez que se han contado los votos, así como lo hizo… Eric Frías.
Nos leemos la próxima…
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