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Tres a la palestra

(Comentarios a J.V: plurinominal@gmail.com)
Con la toma de protesta del Profesor Jorge Luis Quintero Luévano como candidato de unidad por el PRI y la victoria del notario Arturo Narváez Banda en la apretada elección interna del PAN queda definida la tercia que disputará la silla que dejará vacante Erasmo Galván Nieto en este municipio. Toda vez que Luis Javier Izaguirre Ruiz es “legalmente” el candidato de la coalición de partidos de izquierda en la localidad.
Diversos y muy singulares fueron los procedimientos que enfrentaron los aspirantes a la alcaldía cerril para obtener la representación de los institutos políticos que los postulan.
Mientras que en el campamento tricolor las diversas huestes priístas sacrificaron ambiciones personales o grupales y unificaron criterios para dar una encomiable demostración de madurez política al cerrar filas en torno a la figura del Profesor Quintero; en la izquierda coaligada un reducido grupo de perdedores inconformes con el triunfo de Izaguirre Ruiz orquestaron una patética y burda maniobra para descarrilar la candidatura de Javier, con la complacencia de quién debería poner orden en la casa y que sólo se limitó a darle jugada a los revoltosos, a sabiendas de que nada ganarían.
La intentona consistía en exigir, a destiempo, que en primera instancia se repusiera el proceso interno del PRD para pelearle la candidatura a Izaguirre, aún cuando éste ya estaba legalmente registrado por PRD, PT y Movimiento Ciudadano, como candidato único en tiempo y forma.
Al ser enterados que esta acción no prosperaría, idearon organizar una consulta popular para determinar un candidato alterno, que en su obnubilada imaginación supusieron que sería postulado por MORENA, pues con ignorancia supina ¡creyeron que este movimiento era un partido político con registro!
Tal ingenuidad política hubiese pasado por una comedia surrealista si no fuera por la peligrosa situación en la que hubieran colocado a los aspirantes izquierdistas a la alcaldía y a la diputación local. Y todo por la falta de un liderazgo fuerte que pusiera orden en sus filas. Por fortuna, la inteligencia popular abortó esa ridícula intentona.
En cambio en el PAN, en una clara muestra del apego a sus principios democráticos, se llevó a cabo el proceso de selección interna, en el que, aunque hubo manifiestas inconformidades por parte de los desestabilizadores tradicionales, al final el Notario se impuso por un cerrado margen al popular Goyo, quien deberá asumir los resultados y conminar a sus seguidores a apoyar al ganador si es que quieren disputar con fuerza la carrera presidencial a los otros dos jugadores.
Ahora, a Quintero le queda reforzar sus nexos con la gente del poder económico de su partido entre los que están varios ex alcaldes y tener mucho cuidado con sus promesas de campaña; a Javier, exorcizar a los demonios de la envidia y lograr la unidad entre sus filas con el respaldo firme del actual Alcalde; y a Narváez darse a conocer más entre los sectores populares y en las comunidades rurales. A los tres, presentar proyectos claros y aterrizables.

CINCELAZO.- El que por su gusto es buey… hasta la conyunta lame.

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