- Una tarea peligrosa pero rentable
BETO GUERRERO.- Cada vez más pobladores de la zona rural de Cerritos, y alrededores, en San Luis Potosí, se encuentran en busca del piquín, una planta silvestre que da un chile de monte muy apreciado en la gastronomía mexicana. A pesar de los peligros que implica adentrarse en la serranía, muchos se aventuran a caminar kilómetros para encontrar los arbustos de medio a dos metros de altura que dan este fruto picante.
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Si bien la planta es rentable, produciendo una gran cantidad de frutos la mayor parte del año, su búsqueda no está exenta de riesgos. Los pizcadores salen temprano para evitar las altas temperaturas y tratan de no extraviarse en el camino, ya que pueden morir por insolación. Además, la zona es hogar de reptiles como víboras de cascabel y arácnidos, lo que aumenta el peligro para pizcadores.
A pesar de los riesgos, la temporada del chile piquín se encuentra vigente con las pasadas lluvias. La gente que ya sabe dónde encontrarlo puede aprovechar la oportunidad para recolectarlo y venderlo, ya que un kilo de chile da varias bolsitas que se pueden vender a buen precio, aunque este varía según la cantidad comprada y la capacidad de regateo de los compradores.
El chile piquín es muy valorado en la gastronomía mexicana y se utiliza tanto en la elaboración de salsas como en otros platillos. Además, es de 7 a 8 veces más picante que el chile jalapeño, lo que lo hace muy popular entre los amantes de los sabores intensos.
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