- En los 70s participó en la fundación de uno de los primeros grupos locales
Por MARCO SERNA.- Falleció el señor Gustavo López Guerrero, y amigos acudieron al sepelio para dar el pésame a sus familiares.
A «Tavo» se le recuerda su gusto por la música. Fue un multinstrumentista que conocía los aspectos básicos de cada instrumento popular, además de que participó como iniciador de uno de los primeros grupos musicales que figuró en Cerritos allá por la década de los setentas.
«En esos tiempos solo había un grupo, ellos tocaban rock and roll, y era de los hijos del Pascual Perales El Total. Se llamaban Los Bad Boys, luego Tavo nos invitó y empezamos con otro género diferente al que había, le dimos por el lado de las cumbias, rancheras y baladas», recuerda el Licenciado Mateo Serna, quien fungió como guitarrista de la agrupación.
«Los papás de Tavo –Merced López Compeán y María Reyes–, consiguieron en la Ciudad de México instrumentos musicales y amplificadores», agrega.
De acuerdo a la plática con el ex integrante, el conjunto se integró con Gustavo López en el teclado, José Soto en la voz, Mateo Serna en la guitarra y Luis «Güicho» Sánchez Pesina en el bajo eléctrico.
«Tavo dominaba todos los instrumentos musicales… tenía mucho talento en el área de la música»…
«La casa de Tavo era el lugar del ensayo, llegamos a tocar en comunidades y eventos, incluso apenas se había iniciado la Preparatoria de Cerritos ahí por el local donde se ubicaron las revistas de Don Rogelio, ahí nos presentamos entre semana, teníamos trabajo porque no había mas grupos, y si no me equivoco fuimos los primeros en tocar en el interior de la Parroquia de San Juan Bautista por invitación de la madre Esther Vázquez», indicó el señor Serna, quien recuerda que también amenizaban fiestas particulares en una propiedad ubicada a un costado de la Coca Cola, donde había una alberca.
Por su parte, el señor Víctor Sánchez (guitarra) comentó que cuando fue parte del conjunto, los identificaban por «El Grupo de Tavo López» en los 70’s, y recuerda a Güicho Sánchez en la batería, Manuel «La Vida» en el Bajo, y Soto en la voz.
«Tavo dominaba todos los instrumentos musicales… tenía mucho talento en el área de la música»… explicó.
Terminó esta etapa y los miembros de la banda continuaron con sus vidas. Se casaron y tuvieron familias o bien partieron para otros lugares del mundo.
Después de muchos años, a Tavo López se le miró frecuentando lugares junto a sus amigos donde aprovechaba para tocar y cantar temas clásicos o de moda para recordar viejos tiempos. Su forma de interpretar melodías contagiaba a la asistencia, aunque luego optó por alejarse de la sociedad y prefería estar en su domicilio.
Así las cosas, tras habitar mucho tiempo la casa marcada con el número 19 de la calle Galeana, zona centro de Cerritos, Tavo sería víctima de padecimientos por los que tuvo que ser tratado durante años.
El paciente pasó su última etapa en una clínica de la capital, donde le brindaron el cuidado necesario hasta que en este mayo de 2019 sucedería su fallecimiento.
Según se dijo a este medio, los gastos corrieron a cuenta de familiares quienes siempre estuvieron pendientes de su salud.
Los hijos de Gustavo López hicieron vida en Estados Unidos. Ellos responden a los nombres de David, Angélica y Sandra.
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