Salvador Nieto Chávez fungió como alcalde municipal en el trienio 1971-1973 con una edad de apenas 25 años, lo que lo convierte en el presidente más joven que Cerritos ha tenido a la fecha. En esta entrevista nos explica sobre algunas obras relevantes relacionadas con el sistema de agua potable así como la edificación de escuelas, acciones que actualmente perduran y que a todos nos siguen beneficiando. De igual modo cita datos administrativos.
Por MARCO SERNA.- Agua y educación son temas indispensables para el desarrollo de una sociedad. Enfocados en éstos, y al relacionarlos con la administración pública de Cerritos optamos por hablar con el Profesor Salvador Nieto Chávez, quien explicó detalles relacionados con su gestión como alcalde municipal de Cerritos en el trienio 1971-1973 que sucedió al Profesor Víctor Guerrero Flores.
Primero hablamos del agua. Una sustancia esencial e imprescindible para el origen y la supervivencia de la gran mayoría de todas las formas conocidas de vida.
Durante las últimas administraciones hemos sido testigos del reclamo de la ciudadanía por contar con una distribución escasa del líquido, servicio que hoy es administrado por el Organismo Paramunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Cerritos. Las excusas de la directiva están centradas en fallas en el sistema de bombeo, pero más allá del problema actual, es bueno conocer la historia de los pozos con que Cerritos cuenta.
Según el Profesor, de cuando niño, La Pila ubicada en el barrio con el mismo nombre ya estaba construida.
Pero la estructura que pudo ser edificada entre 1950 y 1955, no era suficiente para abastecer de agua a nuestra comunidad con el pozo de La Estación o con el de la calle 5 de Mayo, que en un inicio daba 13 litros por segundo.
Sobre el último pozo, el profesor dijo que «el presidente municipal don Emilio Compeán (1959-1961), tenía un hermano, Erasmo Compeán, quien se preocupaba mucho por el pueblo».
Erasmo era compadre de Alfredo del Mazo Vélez, quien a su vez tenía buena relación con el Presidente de la República Adolfo López Mateos. En 1958 fue designado por este, titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, cargo en el que permaneció todo el sexenio. Alfredo del Mazo Vélez había sido Gobernador del Estado de México de 1945 a 1951.
Erasmo Compeán contactó con del Mazo a quien fueron a ver para lograr gestiones y cavar el pozo, «de aproximadamente 180 y tantos metros».
Se hicieron muchas pruebas. Aunque rendía poco, se fueron extendiendo las líneas de conducción, «tomas aquí y tomas allá, en fin».
«Cuando ya terminan el pozo, una comitiva –en donde iban Emilio y Erasmo– acudió con don Alfredo del Mazo para agradecerle. Se cuenta que llegaron a su oficina en la Ciudad de México con artesanías y antojitos típicos de Cerritos, lo que conmovió al político.
«Mi tío Fidel Nieto anduvo ahí», y le platicó que el funcionario se conmovió, pues «estaban por salir», y la administración federal había ordenado cavar cientos de pozos en todo el país, siendo la comitiva cerritense la primera -y tal vez única- en agradecerles con tal efusividad.
Se llegó el momento en que el maestro tomó el cargo de Presidente Municipal, y sabiendo de la necesidad que Cerritos tenía de agua potable, acudió personalmente a la Ciudad de México, a la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH), ahora teniendo como Secretario a Leandro Rovirosa Wade, del Gabinete de Luis Echeverría Álvarez.
El funcionario se quedó sorprendido al mirar la juventud del profesor.
«Tenía entonces 26 o 27 años, no me creían que era presidente». Indicó el maestro.
«Resulta que don Leandro me dijo que me vendría a visitar. Pues un buen día me llama el gobernador Antonio Rocha Cordero, para avisarme de la visita de Wade, me dijo que vendría atendiendo a la invitación que le había hecho yo».
Se llegó el momento en que el maestro tomó el cargo de Presidente Municipal, y sabiendo de la necesidad que Cerritos tenía de agua potable, acudió personalmente a la Ciudad de México, a la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH), ahora teniendo como Secretario a Leandro Rovirosa Wade, del Gabinete de Luis Echeverría Álvarez.
Salvador Nieto se acuerda que el funcionario tendría unos 40 años, a quien fueron a esperar al entronque. «Llegó en un camioncito, ahí me senté junto con don Leandro y don Antonio, nomás yo me subí, el personal del ayuntamiento iba pero se regresaron en otros carros», recuerda.
«Venían como diez muchachos ahí en el camioncito, así como un técnico mayor, un ingeniero Leser de origen alemán, quien dio indicaciones para encontrar agua».
«Fíjense en las rocas, son las que nos van a dar el agua», dijo el Ingeniero, luego examinaron la cantidad de piedra caliza, solicitaron informes en presidencia en cuanto al suelo, entonces el Ingeniero ordenó al personal que se encaminara rumbo a Mezquites.
«Luego luego encontraron el agua». Recordó el Profesor, «se hicieron como 3 o 4 pozos que dieron 60 litros por segundo, a cien metros de profundidad».
Se hizo el aforo. «El espejo del agua estaba a 20 metros, relativamente encima», manifestó el profesor.
También recordó que José E. Cabrera (1977-1979) vendría a hacer un contrato con Villa Juárez por 25 o 30 años.
Es por eso que ellos tienen el agua conectada para todas las comunidades de allá, aunque la principal distribución siempre debe de ser con Cerritos. Reconoció.
«Esas gentes de la Secretaría de Recursos Hidráulicos me trataron tan bien que me dieron margen para desenvolverme, incluso Rocha Cordero me autorizó a ir a la ciudad de México tantas veces fuera posible para gestionar lo necesario, me dijo que me comunicara con él a su casa ante cualquier problema». Nieto Chávez quien recuerda que el gobierno federal y estatal facilitaron lo adecuado para traer tubería de calidad y extenderla por toda la cabecera, sin embargo al término de su gestión los tubos no se aprovecharon.
«Me dejaron aquí toda la tubería del pueblo que faltaba, toda. Se la llevaron porque nadie hizo nada».
El maestro conoce que pocas veces el OPAPCE ha reportado cifras favorables, lo que lamentó, porque sabe que el gobierno no facilita lo necesario para un correcto funcionamiento.
Señaló que Acción Nacional, en los trienios que ha ocupado el poder tampoco ha podido resolver el desabasto.
Aseguró que los pozos pueden ser aprovechados por sus 60 litros por segundo. Para dar una idea, explicó que con “un segundo en agua rodada” es suficiente para regar una hectárea, entonces contamos con lo necesario para abastecer de agua a todo el pueblo.
Asimismo narró que existe un pozo tapado que no se aforó porque “el que lo iba a aforar se casaba el fin de semana y tuvo qué irse”. La excusa que se dijo es que el pozo no servía, y así se quedó, «pero hay otro pozo en Mezquites, es ese». Reveló el docente.
Escuelas públicas y administración
Salvador Nieto Chávez recordó que a su llegada, en la alcaldía antecesores habían solicitado un crédito para la creación del mercado municipal.
El ayuntamiento mantuvo la deuda con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS), sin embargo no dieron ningún abono. Como alcalde sabía la prioridad de saldar la cantidad.
Recuerda el maestro la cifra de los abonos, “6 mil 180 pesos con 81 centavos… eran las congojas de cada mes».
«Ese dinero se supone que se pidió para hacer todo el mercado municipal, pero solo acabaron la mitad». Dijo el ex presidente, quien añade que por tratos de los mismos funcionarios, algunos predios del mercado comenzaron a destinarse a particulares.
En 1971 Cerritos no tenía escuelas con estructura.
La Rafael Nieto se comenzó con 12 aulas, donde se invirtió un millón de pesos, «el municipio aportó cien mil pesos que corresponden al 10 por ciento de la cantidad, lo demás correspondió al gobierno a través de un comité administrador para la construcción de escuelas».
Lo mismo pasó con la escuela Justo Sierra, en El Ranchito, institución que se instaló aquí por órdenes de los políticos de antaño. La «escuela porfiriana» también se favoreció con el edificio actual, porque «se derrumbó lo que había en un solarcito”, pero gracias a las gestiones de la administración de Nieto Chávez se consiguió una hectárea, “nosotros también pusimos 100 mil pesos, correspondientes al 10%, pues de igual modo se invirtió un millón de pesos de los de aquella época».
La Rafael Nieto se comenzó con 12 aulas, donde se invirtió un millón de pesos, «el municipio aportó cien mil pesos que corresponden al 10 por ciento de la cantidad, lo demás correspondió al gobierno a través de un comité administrador para la construcción de escuelas».
De la Técnica 11, Salvador Nieto platicó que acudió a Estados Unidos a visitar a los paisanos. Ellos le entregaron el equivalente a 50 mil pesos, «era un buen pico de dinero para ajustar el porcentaje que como municipio nos tocaba».
Este es un primer antecedente de las visitas que los alcaldes municipales realizan para conseguir el apoyo de paisanos.
En relación a la Escuela Preparatoria de Cerritos se contaba con el terreno, entonces se entregó el porcentaje al Gobierno del Estado, es decir el 10% y se logró la construcción de los edificios.
«En mi administración se hicieron esas cuatro escuelas», enunció, aunque influyó en la edificación de otras tres.
Pero cuando Salvador Nieto concluyó su trienio, dejó conformados patronatos, que siguiendo sus instrucciones lograron la creación de escuelas como el Jardín de Niños Rosaura Zapata y el CBTA 123, patronatos que quedaron con dinero del ayuntamiento para conseguir la tarea.
Hablando de patronatos que crearon escuelas, el presidente de uno es conocido en Cerritos como «Gonzo», Antonio Martínez.
En una ocasión, esta persona acudió con el Profesor para informarle dos noticias.» Una buena y una mala».
La buena, era que se se edificaría la Marcos Vives con estructura de calidad, la mala era que se requería de un patronato, personas de suma responsabilidad y se eligió a funcionarios de la administración para tal tarea. Nieto Chávez estaba por concluir el trienio.
Según recuerda el maestro, «se les dejó el camino hecho, había dinero destinado para ese fin, el Presidente fue el licenciado Filiberto Narváez Gámez; Secretario Francisco «Pancho» Vázquez y Tesorero el señor René Garza.
Gracias a acciones como ésta se consiguió la infraestructura para la Marcos Vives y para el kínder Rosaura Zapata, aseguró el ex alcalde, quien también reconoce la función que tuvo la señora Fidelia «Lela» Villanueva de Sánchez, esposa de Juan Sánchez «El Rey» como presidenta del patronato para la formación del kínder.
Eso no es todo. Un día, mientras Salvador Nieto daba clases, recibió la llamada de Víctor Montes, quien tuvo injerencia en la administración de Raúl Huerta.
Víctor Montes solo quiso confirmar si Cerritos requería de un Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario.
“Claro que sí”, respondió “Chava Nieto”, sin embargo fue enterado que la adquisición de 3 hectáreas para la instalación de la escuela era el impedimento principal.
Entonces hablé con Raúl Huerta y coincidimos en que una escuela nunca sobra, puesto que la preparatoria ya existía.
Al final lo convencí con la condición de que yo conseguiría el terreno.
Ahí donde está la escuela pertenecía al señor Héctor Flores, quien llevó a cabo la aportación gracias a convenio benéfico para Cerritos.
De este modo «Cerritos no pagó ni un peso por el CBTA 123, nada más se compró el terreno. A mí ya me lo habían ofrecido». Recuerda.
Aquí destacó la intervención del Club Sertoma. Gracias a los acuerdos con Raúl Huerta se decidió nombrar al patronato para formar la escuela, teniendo como Presidente al Profesor Salvador Nieto, Secretario Silverio «Chato» Rojas, y Alejandro Torres como Tesorero. De este modo Cerritos cuenta con un CBTA 123.
Han pasado casi 50 años. Resulta impresionante cómo con tan poco presupuesto se pudo hacer mucho en ese entonces. Obras que al paso del tiempo han venido a ser indispensables para el desarrollo municipal y que a la fecha no pierden vigencia.
Pero “Chava Nieto” se acuerda que no había sueldos como ahora, aunque reconoce que “presidente y tesorero” ganaban “poquito”.
Recordó que el presidente anterior a él dejó la administración con un sueldo de 1200 pesos mensuales, “yo lo rebajé a mil pesos, y era igual para el tesorero y secretario”, no obstante, contrario a dejarlo para su bolsa, el maestro prefirió destinar la partida a becas para alumnos.
Este sería el primer antecedente de una rebaja de sueldos a funcionarios públicos en la localidad, así como el dato del primer alcalde que destinó su sueldo en becas.
“Yo tenía mi sueldo como profesor, no me hacía falta más, por eso doné mi sueldo de alcalde para el apoyo de alumnos, no necesitaba dinero de presidencia”, dijo el “profe”, quien indicó que en ayuntamientos posteriores “cayó una plaga que arrasó con todo”, y esto es grave, porque presupuesto hay, pero obras no.
El maestro que siempre ha repudiado tantos homenajes como elogios, recuerda al señor Toribio Flores ya casi al concluir su administración.
“Oiga Profesor, en el tiempo que tengo aquí en presidencia, nadie ha hecho lo que Usted hizo en tres años”. Le dijo.
Toribio Flores cumplió 50 años como empleado del ayuntamiento siendo Nieto Chávez alcalde.
Don Toribio se convirtió en consejero de todos los presidentes que durante su estancia ocuparon la alcaldía.
Mientras Salvador Nieto cumplió 26 años, Toribio festejó medio centenar como empleado público.
“Ya lo hacían a un lado”, pero el maestro miró experiencia y lo mantuvo durante su administración.
Entre otras cosas Salvador Nieto también fue el primero en traer sementales desde la huasteca con los que se fortalecería el ganado local; impulsó la crianza de ganado caprino, aves de corral y producción de miel, temas que serán tratados en una próxima entrega.
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